lunes, mayo 18, 2009

ESPAÑA, 1834 - La Doncella y el Mozo



Era una tibia mañana de otoño, en el horizonte se notaba la claridad del dia que estaba comenzando, a lo lejos las luces de las casas de Santa Cruz de Mudela lentamente comenzaban a apagarse para dar paso al majestuoso sol. Estaba yo en el campo junto a mi perro preparando las tareas del dia, cuando cerca de las montañas, atravesando una verde colina, una lenta caravana aparecia.

Era el principe Fernando Junto con su esposa que se dirigian al palacio Real desde Gibraltar, detras de su carroza, su caravana de sequitos y damas de honor de la princesa, junto con los sacerdotes y los soldados. Las armaduras de aquellos caballeros brillaban al reflejar la luz del sol, pero, al pasar la caravana frente a mi, nada me encandilo mas que un par de ojos color miel de una de las damas de honor que montaba un corcel.

Las miradas fueron mutuas, y al acercarse y detenerse aquella caravana pude observar lo hermosa que era con su cabello color caoba y su sonrisa pequeña, su piel blanca y tersa. Se notaba que era joven, no tendria mas de 17.

El encantamiento de la bella doncella fue interrumpido por aquel soldado que me preguntaba:
- Hey Niño, ¿Donde podriamos encontrar alimento para los viajantes y follaje para los caballos?
- Señor - Conteste - Ustedes seguidme y los llevare a la posada de mi padre en el pueblo.

Al llegar alla el principe fue recibido como si fuera el mismisimo rey, pero significativamente el era mas humilde y sencillo que otros reyes o principes. El compartia con su pueblo.

Fui entonces a ver a aquella joven que me habia encantado, era alta reluciente y hermosa, yo, mucho mas joven que ella, no entendia lo que por mi ocurria cuando me acercaba, pero aun en aquella epoca era demasiado timido para acercarme. Entonces ella se acerco y me dijo

- Buen dia Joven Mozo, ¿Podria su padre facilitarme una habitacion para mi y mis doncellas?
- Sin duda señorita. - Respondi Nervioso - Por favor seguidme.
- ¿Cual es tu nombre joven mozo? - Pregunto ella
- Mi nombre es edgardo de casablanca y toledo, Hijo de salomon casablanca Cid y de Martina de toledo y mendoza. - Conteste haciendo una reverencia.

Nos quedamos horas conversando con aquella damisela y su encanto ya me tenia vuelto loco. Pero la doncella tenia una triste historia que contar.

Ella era huerfana, viajaba con su hermana pequeña sin rumbo fijo hasta que en el castillo del principe la aceptaron a ella y a su hermana como sus damas de honor. Ellas y las otras damas eran como las hijas de la princesa que, por circunstancias divinas (en aquellos tiempos) no podia enjendrar hijos. Pese a que el principe la habia llevado a ver los mejores medicos de toda europa y las costas de africa y los paises arabes.

La doncella se llamaba Eleonora de Vasconsellos y Martinez, su padre habia fallecido en una batalla ya que era soldado de su real majestad y su madre murio extrañamente envenenada, segun ella, por una vecina que envidiaba la vida feliz que llevaban, entonces Eleonora cargaba con ese karma y ademas de su pequeña hermana que debia cuidar. Ellas eran de Sevilla, pero su familia se habia trasladado a marbella y ahi fue donde ocurrio todo, solas vagando por las costas de estepona, las encontro el principe con la caravana en una madrugada de lluvia.

Eleonora decia que ella no queria ser feliz por que siempre habia gente mala y envidiosa que queria hacer daño que no habia gente honesta y que existian muchos hombres malvados que la miraban con degeneracion. El ser parte de las damas de honor de la princesa la habia salvado de ser alguna otra cosa o de andar por las calles vagando, limosnando o quien sabe.

Pero aun habiendo sufrido todo eso, Eleonora se veia feliz y radiante, enfrentaba la vida con optimismo y mucha fuerza. Cada vez que se veia ahogada y con dificultades ella con su inteligencia y perseverancia lograba salir adelante. Ella soñaba con ser feliz junto a su hermana queria recorrer el mundo, por que decia que habia oido a extranjeros decir que hacia el este existian unas montañas gigantes, que para el norte estaban los hielos, al sur un inmenso desierto y al oeste las costas y los mundos antiguos. Soñaba con ayudar a las personas al igual que la habian ayudado a ella.

Desde aquel dia con eleonora no he perdido contacto, y en cada lugar que la he encontrado tiene siempre la misma belleza, fuerza, inteligencia y constancia. Creo que fueron muchas cosas que me enamoraron de ella y aun despues de cientos de años aun descubro cosas nuevas.

Ella sigue siendo la misma, brillante, radiante y libre, mas aun en cada vida, la he conocido de muchas maneras, en muchos lugares, pero creo que fue en aquella mañana de otoño que surgio esa coneccion entre ella y yo... entre tu y yo mary...

Saludos

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